Consoladores sexuales

Cada vez con más frecuencia, los juguetes eróticos han pasado a ser un artículo de lujo o tabú para formar parte de la rutina sexual de muchas personas. Es más, se ha traspasado la frontera de lo sexual para ser considerados también complementos beneficiosos para la salud. Más allá de las sensaciones de placer que estos artilugios pueden proporcionar, los juguetes para adultos han demostrado su eficacia para la mejora de la salud tanto mental como física de sus usuarios. En concreto, los consoladores son los productos más extendidos por su facilidad de uso y sus grandes beneficios, pues proporcionan una gran satisfacción física, llegando incluso al orgasmo. Gracias a él, muchas mujeres han conseguido conocer su punto G, estimularlo y llegar a un estado placentero al que nunca antes podían haber accedido, quizá por nervios, miedo o desconocimiento. Además de para su uso en la autosatisfacción, también pueden ser utilizados en los juegos de pareja, creándose entonces un vínculo que va más allá de lo sexual.

Los consoladores son el juguete erótico más antiguo del mundo, utilizados desde hace miles de años; también se les conoce con el nombre de dildos. Se utiliza principalmente para la masturbación tanto de hombres como de mujeres, y en ocasiones como parte del juego sexual en la pareja; en estos casos, existen variantes que se usan a modo de prótesis, bien para alargar el tamaño del pene (como en el caso de las llamadas fundas) o bien los que son dobles, utilizados sobre todo por lesbianas. La mayoría de los consoladores tienen una terminación curva para poder estimular el punto G en el caso de las mujeres o la próstata en el de los hombres, también los hay diseñados especialmente para facilitar la penetración vaginal y anal al mismo tiempo, incluso existen algunos que se ajustan al mentón y que son utilizados para penetrar mientras se realiza sexo oral.

Dentro de la gama de consoladores hay múltiples posibilidades en cuanto a forma, material y colores. Generalmente, se buscan artículos lo más parecido posible a la realidad, pero también hay usuarios que prefieren modelos donde prime la fantasía. Entre los primeros, se intenta reproducir fielmente un pene erecto, donde la base posee una ventosa para que el artilugio se fije en cualquier superficie o posición y así poder realizar la penetración de forma más cómoda; incluso consta de testículos y glande también. Es capaz de proporcionar gran placer tanto en su uso vaginal como anal, tanto para los ya iniciados en estas prácticas como para los curiosos que lo utilizan por primera vez. El material es la silicona, para reproducir lo más fielmente posible la textura y sensibilidad de un pene real, y en colores carne o más oscuro, si se prefiere. El tamaño estándar es de quince centímetros, y el grosor no suele superar los cinco. El material también permite que pueda ser sumergido en el agua totalmente, y poder realizar juegos sexuales sin temor a que se estropee, siendo fundamental la higiene antes y después de la penetración (se recomienda lavarlo con agua y jabón de ph neutro).

Otros consoladores varían en su diseño, para satisfacer los deseos de los más atrevidos. Es el caso de aquellos que sirven para la doble penetración, anal y vaginal, cuyo material es gelatina para una mejor adaptabilidad y que se puede presentar en múltiples colores y texturas semitransparentes. Posee formas redondeadas de tamaño gradual, ideales para ir probando posturas y grados de penetración según se vaya avanzando en la práctica. Estimula todas las zonas erógenas femeninas y también es un artículo bastante popular entre los chicos de ambas orientaciones sexuales.

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