El uso de las bolas chinas no es exclusivamente sexual, sino también terapéutico para la mujer, de ahí que cada vez sean más demandadas y utilizadas como método para el fortalecimiento de la musculatura pélvica femenina. Gracias al uso continuado de las famosas bolas chinas se puede prevenir y corregir problemas de incontinencia urinaria, entre otros muchos problemas que sufre la mujer con el paso del tiempo y de las experiencias. Este método es fácil, inocuo, placentero y de muy bajo coste. Son unas auténticas amigas, están en todo.
En China hace más de mil años que las utilizan y continúan haciéndolo por los grandes beneficios que aportan a la salud femenina su uso. Si las bolas chinas se utilizan como prevención puede ser de gran ayuda en casos de incontinencia urinaria (a partir de la menopausia), postparto, lubricación natura y sensibilidad vaginal.
Tras varios estudios realizados para confirmar esta teoría, los resultados obtenidos evidencian la eficacia de las bolas chinas para la tonificación de los músculos pélvicos femeninos y sobre todo, la mejora de los trastornos genitourinarios. Todo ello, sin olvidar que la vida sexual de la mujer, incluso a las 70 años, puede ser más satisfactoria de lo esperado. Lo normal para mujeres en menopausia es mejorar y enriquecer factores de su vida debilitados por falta de tonificación y flexibilidad pélvica.
Acción terapéutica de las bolas chinas
Este invento chino consta de dos bolas recubiertas de silicona sanitaria y unidas por un cordel (el que ha de permanecer fuera de la vagina, como el del tampax, para extraerlas más tarde). Cada bola guarda en su interior otra de menor tamaño que produce la vibración interna a través del movimiento.
Una vez instaladas las bolas chinas en el fondo de la vagina, comienzan a trabajar los músculos de forma mecánica contrayéndose y relajándose de tal manera que evitan que las bolas se caigan y, al mismo tiempo, la mujer siente placer al sentir la vibración que se produce en su interior cuando se mueve o camina. Este hecho curativo y sexual contribuye, irremediablemente, a reforzar y tonificar el suelo pélvico de ella. De esta manera, la mujer deja de sufrir los molestos escapes de orina.
Aunque el principal objetivo del uso de la bolas chinas es eliminar las pérdidas de orina, también es cierto que aportan otras muchas ventajas a la salud femenina. De ahí que sean de fácil acceso, pues en las mismas farmacias se pueden comprar porque están pensadas también para este fin terapéutico.
Normalmente son ellas las que más necesitan este método porque existen una serie de factures que favorecen el problema y que no se dan en los hombres, como por ejemplo, los partos, los embarazos tienen un efecto contraproducente en la musculatura pélvica dando lugar a pérdidas de orina e incluso de heces. Además, con el paso del tiempo el problema se acentúa porque el envejecimiento de los tejidos produce la pérdida de elasticidad y tonicidad y dan lugar igualmente a la incontinencia.
Sin duda alguna, las bolas chinas han sido el gran invento del siglo no sólo por su gran efecto curativo y preventivo sino también por ser capaz de alternar dicha función esencial en la vida de una mujer con una gran sensación de bienestar y placer sin límite.