Si tu vida sexual ha caído en la monotonía y la ritualidad, no dejes que eso ocurra y busca alternativas que te ayuden a recuperar como por ejemplo, incorporar en tus momentos más íntimos los juegos sexuales. Hay muchos tipos de juegos pero vamos a proponer algunos que son muy efectivos para avivar la llama del amor y del sexo, si se hace entre dos.
Llevamos una vida, en general, muy ocupada con los compromisos diarios, las cenas de empresa, las reuniones, las tareas domésticas, los estudios, las responsabilidades, el estrés y la falta de tiempo se apoderan de nuestra vida impidiendo que disfrutemos al 100% de nuestra vida en pareja y de nuestra sexualidad. Por ello, proponemos aprender algunos juegos sexuales para combatir la rutina por una pizca de sal y pimienta que avivará nuevamente la relación.
El juego del hotel
Es muy divertido. Tan sólo tenéis que ir a un hotel, reservar noche para dos en la mejor habitación posible que haya disponible y que el bolsillo permita y sobre todo, exigir una cama de agua, espejos, duchas transparentes y sábanas de seda. Para completar el juego tienes que llevar tu propio kit de herramientas sexuales que te ayudarán a pasar una noche inolvidable como si fuera el principio de una relación. Es un lugar magnífico para dejar volar la fantasía, la lujuria, la pasión y el erotismo lúdico ya que no tienes vecinos impertinentes que interrumpan ni suciedades duras de quitar posteriormente. Olvidándote del reloj, del móvil y de todo cuanto te rodea, pasa horas contemplando a tu pareja, su cuerpo, el silencio, sus ojos, la luz de las velas, las sombras de sus curvas, su respiración y sus caricias. Todo es perfecto para ponerse a tono.
El juego del Striptease
Pon el disco que más te guste o vuestra canción favorita, que sea lo más romántica posible, una indumentaria provocativa y sensual y velas para dejarte entrever entre la oscuridad. Mientras te mueves sigilosamente al ritmo de la música, acércate a tu pareja y con suavidad, lentitud e insinuación, quítate la ropa poco a poco y pídele que te ayude con la boca. Baila sobre tu pareja, siéntate sobre sus piernas y muévete lo más sensual que puedas sin permitirle que toque hasta el final. Cuando notes que la otra persona está excitada al máximo, entra en su juego y juntos podéis «bailar» y quedaros sin ropa
El juego de la risa
Este juego además de ser muy divertido, provoca la excitación de una manera fugaz porque se hace totalmente desnudos. La cuestión es pasar una pluma sobre el cuerpo del otro, concretamente, sobre las zonas erógenas y luego donde sepas que tiene una gran debilidad. Todo ello con el fin de que nadie se ria. El que se ría el primero, pierde. Mientras uno pierde, el otro puede aprovechar la ocasión para tocarle y excitarle al máximo sin llegar al coito, sólo erotizando y así, una vez tras otra, hasta que el deseo se convierte en relación sexual inevitable.
El juego de los sabores
Un miembro de la pareja tiene que tener los ojos vendados. Así, la otra persona se encarga de colocar en una bandeja alimentos variados de sabor como chile, frutas, helado, licores, frutos secos, verduras, etc Una vez está todo, el juego empieza por colocar un poco de un alimento en los labios de la persona que se encuentra con los ojos vendados. Lo importante es provocar en la otra persona diferentes acciones y que adivine qué alimento es. Lo ideal es combinar sabores extremos. Si acierta, deberás besarlo con sabor a eso y si no lo acierta, deberás castigarlo poniéndotelo por todo el cuerpo y haciéndole que te bese y lo tenga que lamer en la parte que más te guste.
Estos y muchos más son los juegos más sencillos y fáciles de llevar a cabo con tu pareja. Como se pueden ver, los juegos sexuales tienen la finalidad de unir a la pareja, de permitir el disfrute máximo de la relación sexual y de no caer en la rutina. Es cuestión de poner un poco de imaginación y ganas.